jueves, 29 de marzo de 2007

Veneno


Tiempo ha que probé por error fatal veneno. Me fue ofrecido con la apariencia de dulce elixir y sin dudar un momento lo bebí. Mas ¡ay! Apenas unas pocas gotas fueron necesarias para, al rozar suavemente mi garganta y descender implacables hacia lo más hondo de mi ser, infligir un terrible daño que aún hoy no encuentra cura. Desde aquel entonces, no hay día en que no beba un nuevo sorbo de este amargo trago, que es al mismo tiempo dolor y dicha. Su demoledor efecto mina poco a poco mis fuerzas y mi voluntad, mas peor sería si un día dejase de tomar el terrible veneno, pues con certeza sé que me sobrevendría una muerte inmediata. Esa es pues mi maldición. El mismo veneno que me mata alarga día a día mi existencia, prolongando una agonía que se me hace eterna, cruel y por momentos insoportable. Sin embargo, alzo la copa de mi perdición una vez más y con ademán decidido, bebo de nuevo este dulce veneno.

No hay comentarios: